domingo, 26 de junio de 2016

CONTRADECIMOS A VELAZQUEZ!!!





El cuadro más célebre de Velázquez se presenta al espectador como la captura de un instante casual dentro de una amplia estancia. Observada con más dete-nimiento, la obra parece esconder un enigma típica mente barroco acerca de la confrontación entre lo real y lo representado. Según una de las interpretaciones ya apuntadas, Velázquez se encontraría, en realidad, pintando el retrato de la pareja real, reflejada en el espejo del fondo, siendo interrumpido en su trabajo por la entrada del animado grupo que forman la Infanta, sus damas de honor y demás asistentes.
Una suave penumbra parece envolver a los personajes, agrupados en seis planos de profundidad, remarcados por la mayor o menor incidencia que tiene sobre ellos la luz directa de la ventana de la derecha.
La infanta Margarita ocupa una posición central y refleja el máximo de luz, convir-tiéndose en protagonista indiscutible. Su cabeza se encuentra en el cruce de tres líneas de interrelación entre personajes. Además, es la única figura, si excep-
tuamos al perro, que recibe la
mirada directa de otra. Pero a la vez, Las Meninas es una obra coral y poco jerárquica, en la que todos los personajes se presentan en un plano de igualdad.







En nuestra versión de la obra, se mantiene el instante casual de la obra anterior, los personajes están en acción, la infanta deja de tener protagonismo asomándo-se curiosa a observar la obra y el foco se trasladó de la infanta a las Meninas . Los personajes ya no se presentan en un plano de igualdad y ya no se podría decir con certeza que Velázquez está pintando a la pareja real, aunque este reflejada en el espejo del fondo.

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